
El Oriente antioqueño enfrenta un preocupante incremento de la violencia. De acuerdo con analistas del conflicto armado, esta subregión está viviendo un proceso acelerado de expansión criminal, impulsado por la llegada de estructuras armadas ilegales provenientes de distintas zonas del país y por la presencia de redes del crimen transnacional.
Luis Fernando Quijano, director de Corpades, explicó a Telemedellin que en el territorio se están asentando estructuras armadas que llegan desde el Magdalena Medio, el Valle de Aburrá y el Norte de Santander, lo que ha desatado una disputa violenta por el control de corredores estratégicos, la minería ilegal y los laboratorios para el procesamiento de estupefacientes.
“El Oriente se convirtió en un paraíso para el crimen transnacional y miembros de estructuras nacionales. Se ha detectado la presencia de Los Choneros de Ecuador, de la llamada Gran Alianza del Perú y de personas que vienen del Tren de Aragua”, señaló Quijano.
Según los investigadores, el atractivo del Oriente antioqueño radica en su ubicación geográfica, que facilita la movilidad hacia otras zonas del país y su conexión con rutas del narcotráfico. Además, los municipios rurales ofrecen condiciones favorables para actividades ilegales relacionadas con la minería y el procesamiento de drogas.
Este panorama de violencia ha dejado cifras alarmantes: 192 muertes violentas en lo corrido del año, un aumento del 11 % frente al mismo periodo de 2024. A nivel departamental, la Policía informó que Antioquia está cerca de alcanzar los 1.000 homicidios en 2025, 103 más que el año anterior, con un 77 % de los casos ocurridos en zonas rurales.
Frente a esta situación, las autoridades reforzaron la seguridad en municipios como El Carmen de Viboral, donde el reciente triple homicidio generó conmoción entre los habitantes. El subcomandante de la Policía Antioquia, coronel Luis Muñoz, indicó que se desplegarán grupos especializados de la Sijín, Gaula e Inteligencia, junto con patrullajes mixtos entre Policía y Ejército.
Por su parte, el teniente coronel Jorge Acosta, comandante del grupo mediano Juan del Corral de la Cuarta Brigada, hizo un llamado a la ciudadanía para que aporte información que permita capturar a los responsables de los crímenes, recordando que la Gobernación de Antioquia mantiene una recompensa de $500 millones de pesos por quienes entreguen datos que conduzcan a su identificación.
La creciente presencia de grupos ilegales nacionales e internacionales, junto con la disputa por economías ilícitas, mantiene en alerta a las autoridades y a las comunidades del Oriente antioqueño, una región que se ha convertido en escenario clave dentro del mapa del crimen organizado en Colombia.



