
Un nuevo caso de inadmisión ocurrió en el aeropuerto José María Córdova, en Rionegro, cuando un ciudadano estadounidense fue devuelto a su país debido a su inclusión en la lista Angel Watch, que registra a delincuentes sexuales. El hombre, procedente de Boston, fue detectado en los controles migratorios como sospechoso de cometer delitos de explotación sexual, lo que llevó a su deportación inmediata. Este es el séptimo caso en el último mes de extranjeros que no logran ingresar a Medellín por sospechas de delitos sexuales.
El alcalde de Medellín, Federico Gutiérrez, celebró la efectividad de la estrategia implementada para proteger a niños y mujeres de abusos, que se coordina con la Embajada de Estados Unidos. «Nuestra lucha es constante, y con este esfuerzo conjunto estamos logrando importantes resultados», indicó el mandatario.
Este esfuerzo se ha intensificado en colaboración con la agencia HSI de la Embajada estadounidense, y ha dado lugar a un aumento significativo en las deportaciones de personas con antecedentes de abuso sexual. Además, cuando estos individuos regresan a su país, las autoridades estadounidenses realizan investigaciones adicionales, y si se encuentran pruebas de delitos cometidos en Colombia, son detenidos.
La Secretaría de Seguridad de Medellín, liderada por Manuel Villa Mejía, destacó la importancia de estas acciones en conjunto, asegurando que cualquier evidencia encontrada en los dispositivos de los deportados podría llevar a nuevas capturas. «Estamos trabajando para que Medellín no sea un refugio para delincuentes sexuales», enfatizó Gutiérrez, quien reiteró su compromiso con la seguridad de la ciudad y la protección de los más vulnerables