
Más de 3.000 personas, en su mayoría campesinos de las veredas Molino, Playa, Campo Alegre, El Viadal y Buenos Aires, siguen enfrentando dificultades debido a la pérdida de tres puentes que conectaba estas comunidades con el casco urbano y otros municipios. Algunas de estas veredas tienen más de 500 habitantes.
Desde el colapso de los puentes, los campesinos se han visto obligados a utilizar rutas alternas o a cruzar el río, enfrentando un alto riesgo. En respuesta a la crisis, desde la administración municipal se gestionó la construcción de 1 km de placa huella en la vía alterna.
DiariOriente conoció que actualmente se está a la espera del desagregado del puente, un paso clave para su reconstrucción.
Contexto:
El pasado 17 de febrero en la noche, la creciente afectó gravemente tres estructuras: el puente amarillo, clave para la conexión con El Cocuyo y Agua Bonita, quedó inhabilitado; un puente de cemento sigue en uso, pero presenta grietas preocupantes, afectando la movilidad de más de diez veredas; y el puente colgante del Charco del Amor fue arrasado, dejando sin conexión a La Florida y El Cocuyo.
La Administración Municipal continúa atendiendo la situación y pide precaución a la comunidad y turistas.