
Presidente Petro denunció que narcotraficantes han intentado asesinarlo cuatro veces: señala a mafia con sede en Dubái
El presidente Gustavo Petro dio a conocer este lunes, en una reunión del Consejo de Ministros, qué organizaciones dedicadas al narcotráfico y mafias de alcance internacional han intentado quitarle la vida en cuatro ocasiones.
“Hoy en día hay una coordinación de la mafia suramericana con sede en Dubái y aun la Policía no investiga a través de la inteligencia. Incluso quieren matar al presidente, cuyos nombres y acción la sabemos. Ya van cuatro intentos”, denunció Petro.
El líder del gobierno emitió estas afirmaciones durante el tercer Consejo de Ministros de su administración, que se enfocó en cuestiones de seguridad y gobernabilidad, donde alertó acerca de la crítica situación en el cañón del río Micay, situado en el departamento del Cauca.
“El cañón de Micay está tomado por un ejército del narcotráfico que mueve coca hacia Buenaventura”, afirmó. Petro explicó que este territorio se ha convertido en una de las zonas de producción de cocaína más grandes del mundo y que actualmente es controlado por fuerzas extranjeras vinculadas a carteles mexicanos, mafias europeas y grupos del crimen organizado de diversas partes del mundo.
“En El Plateado se cuadraban los precios internacionales de la cocaína y llegaban albaneses, croatas, mafias de los Balcanes, mafias europeas, mafias norteamericanas, mafias mexicanas, mafias suramericanas”, explicó Petro, insistiendo en que la situación en el Micay no se trata de una insurgencia ni de un conflicto político, sino de un ejército de narcotraficantes que busca controlar la producción y el tráfico de cocaína hacia el Pacífico colombiano.
“Esto no es contra el Estado, es contra la Nación”, puntualizó el mandatario, insistiendo en que el problema de seguridad en la región no puede reducirse a una narrativa de lucha contra grupos guerrilleros. “Las Farc se acabaron en 2016″, sentenció.
Petro también advirtió que en El Micay opera un “ejército privado del narcotráfico” que necesita dominar la producción de hoja de coca para controlar el mercado de la cocaína, lo que implica un control territorial y social en la región. “Subordina de manera esclava al campesinado de Colombia en esas regiones, por eso vemos un campesinado que ataca a la región. No es culpa del campesinado, ¡ojo! Porque ya estaban diciendo que lo que teníamos que hacer era atacar al campesinado y no es así; si se ataca al campesinado se profundiza la violencia en Colombia”, explicó el presidente.
El jefe de Estado aseguró que los narcotraficantes se están escondiendo detrás de los civiles para conseguir su cometido y reiteró la necesidad de establecer una alianza con el campesinado, en lugar de luchar contra ellos.
“El campesinado tiene que estar al lado del Estado en la lucha por la soberanía nacional, que es contra poderes extranjeros”, enfatizó.
Además, el mandatario destacó que el diálogo y la comunicación son fundamentales, no solo con quienes portan armas, sino también con la población civil, en un esfuerzo por recuperar el control del territorio y reducir la violencia.