
La Nueva Vía al Mar, proyecto clave para conectar a Medellín y al centro del país con Urabá, será finalmente terminada. Así lo confirmaron el alcalde de Medellín, Federico Gutiérrez Zuluaga, y el gobernador de Antioquia, Andrés Julián Rendón Cardona, tras anunciar una inyección conjunta de recursos que asegura la culminación del Tramo 2, detenido desde que el Gobierno Nacional dejó de financiarlo.
El Distrito de Medellín aportará 342.000 millones de pesos, que serán distribuidos entre 2025 y 2027. El primer desembolso, de 50.000 millones, se hará efectivo el próximo mes; en 2026 se girarán 198.000 millones y en 2027 los 94.000 millones restantes. Esta es la primera vez que Medellín invierte recursos por fuera de su jurisdicción para completar una obra regional.
La Gobernación, por su parte, confirmó una inversión total de 514.000 millones de pesos, de los cuales 214.000 millones ya fueron ejecutados este año para evitar que el proyecto quedara paralizado. Con ambas fuentes de financiación, los mandatarios aseguraron que la vía estará terminada en un año.
El Tramo 2 —19,5 kilómetros entre Santa Fe de Antioquia y Giraldo— había quedado sin recursos tras alcanzar un avance del 54%, pese a los 5 billones de pesos previamente invertidos por el Gobierno Nacional. Con los aportes del departamento, el progreso físico llegó a más del 70%.
La obra es estratégica para el país: permitirá que el viaje entre Medellín y Urabá se reduzca a menos de cinco horas y fortalecerá la operación de Puerto Antioquia y la red portuaria proyectada para la región.
Actualmente, el proyecto completo suma 37,7 kilómetros entre Santa Fe de Antioquia y Cañasgordas, con 30 puentes, 18 túneles y 17,7 kilómetros de vías a cielo abierto. El Tramo 1 —que incluye el túnel carretero más largo de América Latina— ya tiene un avance del 99% y está listo a la espera de equipos electromecánicos que debe adquirir el Invías.
En el Tramo 2, las obras avanzan en movimientos de tierra, estabilización de taludes, construcción de muros, drenajes y pavimentación de túneles. Entre los retos restantes están el cierre del Túnel 0, el falso túnel de 400 metros, el Túnel 10 y nueve puentes adicionales. Con este ritmo, la vía podría entrar en operación entre finales de 2026 e inicios de 2027.
Tanto el alcalde como el gobernador coincidieron en que el proyecto estaba en riesgo de convertirse en un elefante blanco y que su rescate fue posible gracias a los recursos locales. Sostuvieron que la conexión con el mar fortalecerá la competitividad, impulsará nuevos polos de desarrollo y tendrá efectos positivos en la movilidad, el comercio y la calidad de vida en la región.
Con la financiación asegurada y un cronograma definido, Medellín y Antioquia confirmaron que la Vía al Mar será finalmente una realidad, consolidando para el departamento un acceso estratégico al océano y un corredor que transformará la conectividad del país.



