
El día de ayer, jueves 2 de octubre estuvo marcada por la violencia en el Oriente antioqueño, luego de que se registraran cuatro muertes, tres en hechos aislados ocurridos en Rionegro, Marinilla y El Carmen de Viboral.
En la mañana, el comerciante Rafael A. Parada, de 44 años y oriundo de Riohacha, La Guajira, fue atacado por sicarios en un restaurante de la vereda San Antonio de Rionegro, cuando compartía con su familia. Según versiones preliminares, dos hombres que se movilizaban en una motocicleta dispararon en repetidas ocasiones contra la víctima, conocida como “Rafita”, hijo del empresario guajiro “Cachaco Parada”. La moto utilizada en el crimen fue abandonada a pocos metros del lugar, y los agresores habrían huido en un taxi con rumbo a la vía Medellín – Bogotá.
Horas más tarde, en Marinilla, hacia las 7:11 p.m., fue asesinado Kevin A. Serna, de 29 años, en el barrio La Mercedes, zona urbana de ese municipio. Testigos señalaron que dos sujetos en motocicleta negra lo atacaron con varios disparos en la cabeza y luego emprendieron la huida.
La noche terminó con un nuevo hecho de sangre en El Carmen de Viboral, donde dos hombres fueron asesinados en un ataque armado ocurrido hacia las 9:40 p.m. en el sector Villas del Tesoro, vía circunvalar. Las víctimas fueron identificadas como Duván S. Arboleda, de 30 años, y Carlos Alberto D. Calderón, de 23. Arboleda falleció en el sitio, mientras que Calderón, quien presentaba heridas en el cuello, murió minutos después en el hospital local.
Y por útimo, en la mañana de este viernes 3 de octubre, en el barrio Copeden de Sonsón, fue asesinado con arma de fuego Carlos A. Valencia, de 62 años y oriundo de La Ceja. La víctima recibió dos disparos y en el lugar las autoridades hallaron cerca de 30 papeletas de base de coca en su poder. Actualmente se realizan actos urgentes para esclarecer lo sucedido.
Las autoridades confirmaron que en esta jurisdicción delinquen estructuras criminales como el GDO El Mesa y el Clan del Golfo, por lo que no descartan que los homicidios estén relacionado con disputas entre estas organizaciones.
Los cinco crímenes, ocurridos en menos de 24 horas, han encendido las alarmas en el Oriente antioqueño, donde la comunidad expresa preocupación por la escalada de hechos violentos.