
El municipio de El Peñol, será el epicentro de un proyecto turístico monumental: la escultura de un Cristo de 86 metros de altura, que lo convertirá en el más alto del mundo, superando al icónico Cristo Redentor de Brasil. Este 2025 marcará el inicio de su construcción con la elaboración de la cabeza de la estatua mediante tecnología de impresión 3D.
Con más de 10 años de planeación y 4 años de ejecución parcial en el proyecto, el «Cristo del Embalse» es liderado por el Grupo Montecielo, una empresa familiar local que ha trabajado en la búsqueda de alianzas estratégicas y en los estudios técnicos para hacer posible esta obra. El Cristo estará anclado a una cruz gigante que contará con un ascensor interno y un mirador en su punto más alto, ofreciendo vistas panorámicas del embalse Peñol – Guatapé y la Piedra del Peñol.
El proyecto, cuya inversión está estimada en 60 millones de dólares, incluye otras iniciativas complementarias, como un mall comercial con 76 locales, un teleférico de 1,2 kilómetros y un resort de lujo con 129 lodges. El Grupo Montecielo ya ha avanzado con la construcción de las bases del centro comercial y el resort, que opera parcialmente desde 2024.
La escultura del Cristo no solo busca posicionarse como un atractivo turístico global, sino que también tiene un significado profundo para la comunidad. Según Juan Esteban Morales, CEO del Grupo Montecielo, la cruz simboliza la inundación del viejo casco urbano de El Peñol, mientras que el Cristo resucitado representa el renacimiento del municipio. «Queremos que esta obra sea un símbolo de paz, cultura y desarrollo para la región. Este pueblo que fue olvidado merece ser conocido en todo el mundo», expresó Morales.
Se espera que el «Cristo del Embalse» atraiga a más de 235.000 visitantes anualmente, lo que impulsará la economía local. El centro comercial, que abriría en 2027, será un espacio dedicado a la gastronomía, el esparcimiento y la cultura, mientras que el teleférico conectará al municipio con la vereda Guamito, transportando a 1.000 personas por hora.
A pesar de las críticas sobre posibles impactos ambientales y el contraste entre lo religioso y lo comercial, el Grupo Montecielo asegura que el proyecto cumple con las normativas ambientales y que han implementado acciones como la siembra de especies nativas para mitigar los efectos de la construcción.
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