Juan Rafael Giraldo, un campesino de Granada, fue secuestrado por hombres armados el 15 de abril de 2004 y sepultado como no identificado en el cementerio de Cocorná. Tras 20 años de incertidumbre, su familia finalmente podría estar cerca de encontrarlo.
Maribel Giraldo, su nieta, ha vivido años de dolor e incertidumbre. En noviembre de 2023, con el corazón lleno de esperanza, asistió a la exhumación en la bóveda 122 del cementerio de Cocorná. Sin embargo, la decepción fue inmensa cuando descubrieron que el cuerpo no coincidía con el de su abuelo. “Veníamos con todo el positivismo. Las pruebas apuntaban a que era la bóveda, pero no era mi abuelito, era otra persona”, expresó Maribel.
La Unidad de Búsqueda de Personas Dadas por Desaparecidas (UBPD), decidida a resolver el caso, intensificó sus indagaciones, llevando a la recuperación de un cuerpo en una bóveda distinta que podría ser el de Juan Rafael. Durante las indagaciones, descubrieron que el cuerpo exhumado inicialmente pertenecía a Luis Eduardo Zuluaga Giraldo, un adulto mayor que vendía chance en el pueblo y que falleció en 2004 por muerte natural.
La tragedia de la familia Giraldo no se limita a la desaparición de Juan Rafael. Un mes antes, el 14 de marzo de 2004, el padre de Maribel, Luis José Montes, también fue secuestrado y su cuerpo fue encontrado años después en el mismo cementerio de Cocorná. La familia fue desplazada, obligada a abandonar su hogar y su búsqueda debido al miedo y la violencia que los rodeaba.
Con el apoyo de la Fiscalía, Maribel encontró el cuerpo de su padre el 12 de octubre de 2018. Pero la búsqueda de su abuelo continuó. En la primera fase de intervención forense entre el 20 de noviembre y el 2 de diciembre de 2023, la Unidad de Búsqueda recuperó 38 cuerpos no identificados en el cementerio de Cocorná. Entre abril y mayo de 2024, en la segunda fase, recuperaron otros 34 cuerpos, uno de los cuales podría ser el de Juan Rafael.
El pasado 18 de mayo, la Unidad de Búsqueda intervino la bóveda 64 con la presencia de Diana y Maribel. En esta bóveda, encontraron el cuerpo de un hombre de más de 50 años, con una prótesis dental en los caninos superiores, características que coincidían con la descripción de Juan Rafael. Diana, hija de Juan Rafael, expresó una mezcla de alivio y dolor: “Estoy muy tranquila porque hay muchas características que evidencian que sí es mi papá. O sea, con un dolor ni el berraco, pero muy contenta”.
Maribel, por su parte, siente una alegría profunda al estar más cerca de cerrar este capítulo doloroso: “Siento una alegría porque ya sé dónde está mi papá, a quien le llevo flores. Y si encontramos a mi abuelo, también, ya sabré a dónde llevarle flores y rezarle el Día del Padre”.
El cuerpo recuperado ha sido enviado a Medicina Legal para su plena identificación mediante pruebas genéticas. La confirmación de la identidad a través de ADN es fundamental para que la familia Giraldo pueda dar una digna sepultura a su ser querido y cerrar un capítulo doloroso de sus vidas. Durante 20 años, su familia luchó incansablemente por hallarlo. Ahora, con la posible identificación de Juan Rafael, están un paso más cerca de encontrar la paz que tanto anhelan.