
Las tropas de la Cuarta Brigada del Ejército Nacional comenzaron a ingresar a la zona rural de Briceño, en el Norte de Antioquia, tras los fuertes enfrentamientos entre el Clan del Golfo y el frente 36 de las disidencias de las Farc, que han provocado el desplazamiento de al menos 2.200 campesinos.
De acuerdo con las autoridades, las operaciones se desarrollan bajo estrictas medidas de seguridad, debido a la alta presencia de minas antipersona y otros artefactos explosivos improvisados en la zona.
El brigadier general Carlos Eduardo Caicedo Bocanegra, comandante de la Cuarta Brigada, advirtió que la situación complica el avance de las tropas y pone en riesgo tanto a los militares como a la población civil.
Antioqueños, me informan que unidades militares de la Cuarta Brigada han ingresado al área rural de Briceño. Las labores son complejas por las minas antipersona que sembraron las Farc. Los uniformados avanzan para consolidar su presencia en el territorio y garantizar la seguridad… pic.twitter.com/xUGRQBLvYb
— Andrés Julián (@AndresJRendonC) October 25, 2025
“Cada desplazamiento se hace con mucho cuidado porque los grupos ilegales colocan varios mecanismos para activar explosivos. La premura de despejar vías o acceder a veredas no puede poner en peligro la vida de nuestros hombres”, explicó el oficial.
Por su parte, la Gobernación de Antioquia ha solicitado al Ministerio de Defensa una intervención más amplia en Briceño. Según el secretario de Seguridad, Justicia y Paz del departamento, Luis Eduardo Martínez, ya se han enviado cuatro oficios sin obtener respuesta.
Martínez cuestionó la ausencia de otras entidades del orden nacional, entre ellas la Unidad de Víctimas, que no ha hecho presencia desde el inicio del desplazamiento.
“Valoramos el trabajo de la fuerza pública, pero no es suficiente. Se requiere que el Gobierno Nacional despliegue todas sus capacidades: comandos especiales, inteligencia y policía judicial. Lo que pedimos es una operación contundente y sostenida en el tiempo”, enfatizó el funcionario.
Mientras tanto, las tropas continúan su avance en los puntos más críticos del municipio. Sin embargo, la presencia de artefactos explosivos y la falta de un apoyo integral del Estado mantienen en riesgo a la población civil y a los uniformados que intentan recuperar el control territorial.



