Altiplano

Conoce cuatro animales exóticos que solo se pueden ver en Colombia

La diversidad de Colombia en cuanto a anfibios, aves, mamíferos, reptiles y peces es significativa, con muchas especies que se encuentran exclusivamente en el país. Además, Colombia es el segundo país con mayor biodiversidad en el mundo y se sitúa entre las 17 naciones más megadiversas del planeta.

 

 

Según un informe sobre la biodiversidad de Colombia, publicado por el Instituto de Investigación de Recursos Biológicos Alexander Von Humboldt, una organización civil sin ánimo de lucro vinculada al Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible (MADS) de Colombia, se ha identificado que aproximadamente 8.800 especies son endémicas, lo que significa que solo existen en el territorio colombiano.

Aquí presentamos una muestra de cuatro especies que son exclusivas de nuestro país y no se encuentran en ninguna otra parte del mundo:

  1. Tití cabeciblanco
Foto: Radio Nacional

De acuerdo con la información proporcionada por Animal Diversity Web, esta especie se caracteriza por tener una distintiva cresta de pelo largo y blanquecino que se extiende desde la frente hasta la nuca.

Este animal reside en comunidades que varían en tamaño, desde 1 hasta 19 individuos, y su hábitat se encuentra en las selvas y bosques tropicales del noroeste de Colombia.

Se alimentan principalmente de insectos, pero también incorporan una considerable cantidad de frutas en su dieta. Lamentablemente, su vida se ve amenazada principalmente por la destrucción de su hábitat debido a la tala y la venta ilegal de especies en el mercado de animales exóticos.

Nativo del neotrópico colombiano.

  1. Rana dardo dorada
Foto: webmaster of tierdoku

Es reconocida como la rana más venenosa del planeta. Su distintivo color dorado de un tono amarillo brillante es su rasgo distintivo.

De acuerdo con Animal Diversity Web, esta especie se distribuye de manera exclusiva en la selva amazónica a lo largo de la costa del Pacífico de Colombia, principalmente en los drenajes del río Saija, la Quebrada Guangui y La Brea.

Esta es una especie que se encuentra en hábitats de tierras bajas, específicamente en humedales con un promedio de 1.25 a 5 metros de lluvia al año. Estos animales son terrestres y habitan en el suelo del bosque, y también dependen del agua dulce para criar a sus crías.

El cuerpo de esta rana contiene altas concentraciones de batracotoxinas, un veneno alcaloide extremadamente potente. Una cantidad mínima de 2 a 200 microgramos de este veneno puede resultar letal para un ser humano, ya que provoca parálisis muscular.

A pesar de su veneno mortal, la rana dardo dorada es inofensiva y tiende a huir de aquellos que puedan representar una amenaza para ella. A diferencia de otras ranas, no son territoriales. Su dieta se basa en la ingesta de insectos pequeños como moscas de fruta o grillos diminutos.

Nativa de la costa pacífica colombiana.

  1. Paujil de pico azul
Foto: Animal Bank

Esta ave forma parte de la familia de los Galliformes y su hogar son los humedales ubicados en el norte de Colombia.

Se caracteriza por la presencia de un pico de color azul y un cuerpo adornado con relucientes plumas negras.

Ha sido avistada en las cercanías de la Sierra Nevada de Santa Marta, el valle del Sinú y el Río Magdalena, aunque su población ha disminuido notablemente. Según datos recientes del año 2016, se estima que hay entre 1000 y 2500 ejemplares debido a la pérdida de su hábitat y la caza indiscriminada para el comercio.

  1. Lagarto azul de Gorgona
Foto: Francisco Nieto

Este reptil es una especie única en el planeta. Su hogar son las selvas de la isla, y suele ser avistado en los troncos húmedos de los árboles.

Dada la naturaleza esquiva del lagarto azul, resulta imposible determinar el número exacto de individuos que habitan en la isla. Sin embargo, se encuentra catalogado como una especie en peligro de extinción.

Este lagarto posee un tamaño medio, generalmente no superando los cinco centímetros de longitud. Sus escamas son más delgadas en comparación con otros lagartos latinoamericanos, aunque las del vientre son ligeramente más gruesas que las de su espalda, lo que proporciona protección en el área que roza con el suelo debido a su movimiento.

Se especula que su alimentación se basa en la ingesta de insectos y ocasionalmente se nutren con algunos frutos que se encuentran en la abundante diversidad de la selva húmeda tropical donde residen.

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