José Leonel Medina Giraldo, reciclador de oficio en condición de discapacidad visual del municipio de Sonsón Antioquia, más conocido por el apodo de “Nelson”, y a quien en el marco del evento Latinoamérica Recicla que se llevó a cabo en la capital de la República, los Ministros de Ambiente y de Vivienda, le entregaron la ‘Condecoración del Reciclador’ versión 2018, pudo cumplir su sueño de sentir el mar.
Este noble campesino de 63 años perdió la visión desde niño, sin embargo, esto no fue obstáculo para que con sus otros sentidos los cuales agudizó como el tacto, el olfato y hasta el oído, se dedicara al reciclaje desde 1989. Él cuenta con un acopio de material en la vereda Sonadora del municipio de Sonsón, allí con sus manos clasifica y organiza el reciclaje que los vecinos le llevan, posteriormente lo carga en su carreta y con una fuerza increíble se hecha en los hombros la carreta y recorre varios kilómetros por carretera destapada, solo llevado por su memoria del camino e intuición, hasta llegar al pueblo donde está el centro de acopio de la cooperativa de recicladores CORPOMAYS donde entrega el reciclaje.
Pero sacar esta fuerza y mantenerse activo durante tanto tiempo no habría sido posible sin una inspiración muy especial, su esposa con quien comparte hace 24 años su vida, siempre ha sido su lazarillo y sus ojos, por eso con toda la dulzura de un enamorado, él la define como el único y verdadero amor de su vida y a quien quiere hacer feliz hasta el último día de su vida.
Con emoción este humilde campesino y su esposa, recibieron en la puerta de la habitación que adaptaron como hogar, una sorpresa indescriptible al sentir que tocaron la puerta los funcionarios de Cornare, para darle una noticia que por años anhelaba recibir pero que ya creía que nunca se haría realidad, Cornare le dio la noticia que emprenderían el viaje para ir al mar.
Pero ¿cuándo empezó su anhelo de ir al mar?, él cuenta que hace alrededor de cinco años se soñó en el mar, tocándolo, sintiendo las olas y desde ese momento se sembró en él esa ilusión de saber a qué huele el mar y escuchar como suenan las olas, sueño que hace algunos meses le expresó al equipo de comunicaciones de Cornare y al director de la regional Páramo de la Corporación, mientras se le realizaba una entrevista.
Cuando tuvo la oportunidad de viajar por primera vez a Bogotá y montar en avión, para recibir el título honorífico en la categoría de Reciclador 2018 a nivel nacional que otorga el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible, volvió a manifestar en público su deseo de conocer el mar y también el de algún día tener una casa, desde entonces, funcionarios de Cornare a través de donaciones internas y el apoyo de un lector que vive en el exterior y que se enteró de la historia de don Leonel a través de un medio de comunicación nacional, se conmovieron con esta causa y decidieron unir esfuerzos para que este deseo se hiciera realidad.
“Cuando recibí esa noble y gran noticia yo sentí mucha alegría, el corazón de verdad que se quería salir del pecho al pensar que Cornare y un señor que supo de mi por las noticias, habían pensado en cumplir mi sueño”, expresó con mucha emoción don Nelson. Y pocos días transcurrieron para tener las maletas listas, llevarlos de compras y alistar todo lo indispensable para la playa e incluso pasar por peluquería para ir bien “titinos”, fue entonces cuando se llegó el día de volverse a montar en un avión esta vez con destino a las Playas del Francés en Coveñas, lugar al que esta pareja llegó como un par de novios cogidos de la mano y haciendo realidad hasta la luna de miel que nunca tuvieron.
Fueron muchas las experiencias que vivieron en ese “inolvidable paseo” como él mismo lo denominó. Este hombre cuyos poros respiran nobleza, sonreía a carcajadas y saltaba como un niño cuando las olas chocaban contra su cuerpo. “Al llegar me dijeron que el sonido fuerte que se escuchaba era el mar y me acerqué, puse mis manos sobre el agua, luego me senté en la arena y el mar llegaba con fuerza hasta mí, eso fue algo maravilloso”.
Este héroe anónimo es ejemplo de superación, y tiene un altísimo sentido de pertenencia por la naturaleza y el cuidado del medio ambiente, por eso hoy la vida le sonríe y lo premia por su trabajo silencioso, demostrándole que los sueños se hacen realidad cuando menos lo espera.
“Es un orgullo para nosotros como Corporación poder apoyar e impulsar a un personaje que es digno de admirar por su compromiso ambiental y por ser un ejemplo de vida y superación personal, por eso estamos felices de contribuir a que poco a poco haga sus sueños realidad”, manifestó el director general de Cornare, Carlos Mario Zuluaga Gómez.
Con la satisfacción después de cumplir este gran sueño, regresó a desempeñar sus labores en el municipio de Sonsón, madrugando como de costumbre a las 6:00 a.m. a llenar su carreta de reciclaje y de sueños, pues ahora su anhelo es terminar sus días en una vivienda digna al lado de su esposa.
Para Cornare es muy valioso contar con líderes ambientales en nuestra jurisdicción que a pesar de sus discapacidades físicas se levantan todos los días a trabajar con pasión por un territorio equitativo, sostenible e incluyente y como lo expresó el protagonista de nuestra historia: “aunque mi vida ha estado en tinieblas, para mí esto no ha sido ningún inconveniente para salir adelante, porque no se necesitan ojos para ver porque veo con los ojos del alma, pero si tengo mis manos para reciclar con eso me basta”.
