Los ángeles: nuestros protectores

Por: Yolanda Tobón Tobón
Hablar de los ángeles es un tema que aparece a lo largo de la historia en el Antiguo Testamento en muchos de los libros Sagrados. Esto nos lleva a concluir que estos seres nos protegen de las fuerzas del mal en todo momento y constantemente nos fortalecen para continuar el camino que debemos seguir, ayudándonos a alcanzar nuestra salvación eterna, guiándonos y protegiéndonos de todos los peligros.
Son muchísimas las ocasiones en que hemos sido librados del peligro aun sin darnos cuenta. Es tanto el amor de Dios por el hombre que ha destinado el ángel custodio que cada persona posee.
“La misión de los ángeles custodios es acompañar a cada hombre en el camino por la vida, cuidarlo en la tierra de los peligros de alma y cuerpo, protegerlo del mal y guiarlo en el difícil camino para llegar al Cielo. Se puede decir que es un compañero de viaje que siempre está al lado de cada hombre, en las buenas y en las malas. No se separa de él ni un solo momento. Está con él mientras trabaja, mientras descansa, cuando se divierte, cuando reza, cuando le pide ayuda y cuando no se la pide. No se aparta de él ni siquiera cuando pierde la gracia de Dios por el pecado. Le prestará auxilio para enfrentarse con mejor ánimo a las dificultades de la vida diaria y a las tentaciones que se presentan en la vida.”
Cuando pensamos en el ángel de la guarda, tal vez lo recordemos como algo de la infancia y no le damos el verdadero valor y poder que tiene para ampararnos. Esto debe cambiar. Si pensamos que cuando crecemos tenemos que enfrentar situaciones difíciles y tentaciones diarias, en esto nuestro ángel resulta de gran ayuda y pronta solución.
Estos seres sobrenaturales actúan rápidamente en nuestra relación con Dios y el resultado en cada momento puede ser exitoso. Son mensajeros santos, criaturas divinas que sirven a Dios. Estos seres espirituales gozan de poder, inteligencia y libertad, actuando con fidelidad en lo que Dios les confía. Son nuestros guardaespaldas celestiales, sin esperar nada a cambio. En este caso, San Jerónimo afirma al respecto: “Grande es la dignidad de las almas cuando cada una de ellas, desde el momento de nacer, tiene un ángel destinado para su custodia”.
“Para que la relación de la persona con el ángel custodio sea eficaz, necesita hablar con él, llamarle, tratarlo como el amigo que es. Así podrá convertirse en un fiel y poderoso aliado nuestro. Debemos confiar en nuestro ángel de la guarda y pedirle ayuda, pues además de que él nos guía y nos protege, está cerquísima de Dios y le puede decir directamente lo que queremos o necesitamos. Recordemos que los ángeles no pueden conocer nuestros pensamientos y deseos íntimos si nosotros no se los hacemos saber de alguna manera, ya que solo Dios conoce exactamente lo que hay dentro de nuestro corazón. Los ángeles solo pueden conocer lo que queremos intuyéndolo por nuestras obras, palabras, gestos, etc.”
“También se les pueden pedir favores especiales a los ángeles de la guarda de otras personas para que las protejan de determinado peligro o las guíen en una situación difícil”.
“En el antiguo testamento se puede observar cómo Dios se sirve de sus ángeles para proteger a los hombres de la acción del demonio, para ayudar al justo o librarlo del peligro, como cuando Elías fue alimentado por un ángel (1 Reyes 19, 5.)”
“En el nuevo testamento también se pueden observar muchos sucesos y ejemplos en los que se ve la misión de los ángeles: el mensaje a José para que huyera a Egipto, la liberación de Pedro en la cárcel, los ángeles que sirvieron a Jesús después de las tentaciones en el desierto.”
Actualmente se comenta mucho acerca de los ángeles. Podemos encontrar diversos textos, libros de todo tipo, que hablan del tema. Se venden ángeles con diversos nombres, pero debemos tener cuidado porque en la Sagrada Biblia se menciona a los arcángeles San Miguel, San Gabriel y San Rafael y, con el paso del tiempo, las personas han nombrado ángeles que no están consignados en las Sagradas Escrituras. Además, les atribuyen misiones, los elevan y los convierten en amuletos que hacen caer en idolatrías.
Los ángeles son criaturas de Dios, pero no se les puede comparar con Dios ni adorarlos. Ellos nos acercan a Dios Todopoderoso y a su Santísima Madre al igual que los sacramentos, los mandamientos, la oración, la eucaristía, leer la Biblia y las buenas acciones.
La jerarquía angélica
“Descripción basada en los distintos nombres que se encuentran en la Biblia”
“Se suele enumerar nueve coros u órdenes angélicos. Esta jerarquía se basa en los distintos nombres que se encuentran en la Biblia para referirse a ellos. Dentro de esta jerarquía, los coros de ángeles superiores hacen participar a los inferiores de sus conocimientos.”
“Cada tres coros de ángeles constituyen un nivel jerárquico y todos ellos juntos forman la corte celestial.”
I. Jerarquía Suprema:
– querubines
– serafines
– tronos
II. Jerarquía Media:
– dominaciones
– virtudes
– potestades
III. Jerarquía Inferior:
– principados
– arcángeles
– ángeles
Serafines
“Son los «alabadores» de Dios. Serafín significa «amor ardiente». Los serafines alaban constantemente al Señor y proclaman su santidad.”
Querubines
“Son los «guardianes» de las cosas de Dios. Aparecen como los encargados de guardar el arca de la alianza y el camino que lleva al árbol de la vida. Entre dos querubines comunica Yahvé sus revelaciones. ‘Se sienta sobre querubines’».
Potestades, Virtudes, Tronos, Principados y Dominaciones
“En la Biblia encontramos estos diversos nombres cuando se habla del mundo angélico. San Dionisio interpreta los nombres de los diferentes grupos de ángeles como correspondientes a su grado de perfección. Para San Gregorio estos nombres se refieren a su ministerio: los principados son los encargados de la repartición de los bienes espirituales; las virtudes son los encargados de hacer los milagros; las potestades son los que luchan contra las fuerzas adversas; las dominaciones son los que participan en el gobierno de las sociedades, y los tronos son los que están atentos a las razones del obrar divino.”
Ángeles
“Su misión es ayudar a los hombres a llegar a la salvación eterna, guiándolos y protegiéndolos de los peligros de alma y cuerpo.”
Arcángeles
“Les podríamos llamar los «asistentes» de Dios. Son ángeles que están al servicio directo del Señor para cumplir misiones especiales.”
– Arcángel San Miguel: Es el que arrojó del cielo a Lucifer y a los ángeles que le seguían y quien mantiene la batalla contra Satanás y demás demonios para destruir su poder y ayudar a la Iglesia militante a obtener la victoria final. El nombre de Miguel significa «quién como Dios». Su conducta y su fidelidad nos deben invitar a reconocer siempre el señorío de Jesús y a buscar en todo momento la gloria de Dios.”
“- Arcángel San Gabriel: En hebreo significa «Dios es fuerte», «fortaleza de Dios». Aparece siempre como el mensajero de Yahvé para cumplir misiones especiales y como portador de noticias felices.
Por ejemplo, anunció a Zacarías el nacimiento de Juan el Bautista, y a la Virgen María la encarnación del Hijo de Dios.”
“- Arcángel San Rafael: Su nombre quiere decir «medicina de Dios». Tiene un papel muy importante en la vida de Tobías al mostrarle el camino a seguir y lo que tenía que hacer. Tobías obedeció en todo al arcángel Rafael sin saber que era un ángel enviado por el Señor. Él se encargó de presentar sus oraciones y obras buenas a Dios. Y les dejó como mensaje bendecir y alabar a Dios, hacer siempre el bien y nunca dejar de orar.
Se le considera patrono de los viajeros por haber guiado a Tobías en sus viajes por tierra y por mar. Es patrono de los médicos (enfermedades de cuerpo y alma) por las curaciones que realizó en Tobit y Sara, el padre y la esposa de Tobías.”
“Los ángeles son seres espirituales creados por Dios por una libre decisión de su voluntad divina. Son seres inmortales, dotados de inteligencia y voluntad.”
“Debido a su naturaleza espiritual, los ángeles no pueden, normalmente, ser vistos ni captados por los sentidos. En algunas ocasiones muy especiales, con la intervención de Dios, han podido ser oídos y vistos materialmente. La reacción de las personas al verlos u oírlos ha sido de asombro y de respeto. “La misión de los ángeles es amar, servir y dar gloria a Dios, ser sus mensajeros, cuidar y ayudar a los hombres. Ellos están constantemente en la presencia de Dios, atentos a sus órdenes, orando, adorando, vigilando, alabando a Dios y pregonando sus perfecciones. Son mediadores, custodios, protectores y ministros de la justicia divina.”
¿Qué nos enseñan los ángeles?
– A glorificar al Señor, proclamar su santidad y rendirle sus homenajes de adoración, de amor y de ininterrumpida alabanza.
– A cumplir con exactitud y prontamente todas las órdenes que reciben del Señor. A cumplir con la voluntad de Dios sin discutir sus órdenes ni aplazando el cumplimiento de éstas.
– A servir al prójimo. Están preocupados por nosotros y quieren ayudarnos en las diversas circunstancias que se nos presentan a lo largo de la vida. Esto nos debe animar a servir generosamente a nuestros hermanos y a compartir con ellos penas y alegrías y los dones que nos ha dado Dios.”
Los demonios o ángeles caídos
“Dios creó a los ángeles como espíritus puros, todos se encontraban en estado de gracia, pero algunos, encabezados por Luzbel, el más bello de los ángeles, por su malicia y soberbia, se negaron a adorar a Jesucristo, Dios hecho hombre, por sentirse seres superiores y así rechazaron eternamente a Dios con un acto inteligente y libre de su parte.
Luzbel, llamado Lucifer, Diablo o Satán y los ángeles rebeldes que le siguieron, convertidos en demonios, fueron arrojados del Cielo y fueron confinados a un estado eterno de tormento en donde nunca más podrán ver a Dios. No cambiaron su naturaleza, siguen siendo seres espirituales y reales. Lucifer es el enemigo de Dios, a quien Jesús le llama «el engañador», «el padre de la mentira».
Su constante actividad en el mundo busca apartar a los hombres de Dios mediante engaños e invitaciones al mal. Quiere evitar que lo conozcan, que lo amen y que alcancen la felicidad eterna. Es un enemigo con el que se tiene que luchar para poder llegar al cielo.
Los demonios se encuentran organizados en jerarquías, tal y como fueron creados en un principio, subordinados los inferiores a los superiores.
Satanás y sus demonios comenzaron sus maléficas acciones con Adán y Eva y no se dan por vencidos en su labor. Aprovechan la inclinación del hombre hacia el mal por su naturaleza que quedó dañada después del pecado original. Son muy astutos, disfrazan el mal de bien.”
Para finalizar reflexionemos que los ángeles fueron creados con una naturaleza buena, santa.
Dios los hizo inteligentes, libres y bellos, según las categorías a las que pertenecían todos, en estado de gloria por toda la eternidad. Algunos se fueron en contra de Dios por siempre. Es el caso del ángel Lucifer, que fue uno de los ángeles más hermosos. Su nombre significa “Lucero”, la estrella radiante de la mañana, dotado de gran inteligencia por Dios; pero tomó la decisión de preferirse a sí mismo, de buscar la felicidad en sí mismo y no en el Dios que lo creó. Por esto obtuvo su desventura y desdicha eterna, pues se dejó cegar por su vanidad, por el placer la conveniencia, sin pensar en las consecuencias que esta decisión le traería. Al estar en el camino del mal quiso ser superior a Dios. Si satanás fue arrojado desde el cielo a la tierra, Dios no nos iba a desamparar. Por esto nos dejó a los santos ángeles. Ellos nos comunican mensajes importantes del Señor en determinadas circunstancias de nuestra vida diaria. En momentos de dificultad, se les puede pedir luz para tomar una decisión acertada. También para para solucionar un problema que nos atormenta, actuar acertadamente, descubrir la verdad, para que nos acompañen, para enseñarnos a perseverar y a tener voluntad, para dejar el orgullo, poner a Dios por encima de todas las cosas, combatir la envidia y los celos, evitar el abismo del mal y de todo lo que se considere pecado y ofenda a Dios, para estar en presencia de Él.
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