
Con la formalidad de rigor que tiene una obra pública de gran envergadura, el 17 de noviembre de 2016 el gobernador de Antioquia, Luis Pérez Gutiérrez, le contó a los antioqueños que en menos de tres años la ampliación de la calzada entre Marinilla – El Peñol y Guatapé sería una realidad.
“Estamos presentando el primer proyecto vía APP departamental y municipal de Colombia. Vamos a tener $200.000 millones de inversión en una de las zonas más bellas de Colombia, una de las áreas que más turismo le va a traer al departamento”, dijo en ese entonces, con la promesa de que el proyecto reduciría 40 minutos el tránsito entre Medellín y Guatapé.
Hoy, 940 días después, ni las obras para añadir un tercer carril a los 30 kilómetros de vía entre Marinilla y Guatapé, ni la ciclorruta prometida que acompañaría la vía, han comenzado. En cambio, la carretera muestra deterioro. Incluso, una mata de plátano creció en medio del pavimento.
La obra es esperada por 70.000 habitantes de los tres municipios y por los turistas que visitan los zócalos de Guatapé o la piedra de El Peñol.
¿Qué pasó?
Gilberto Quintero, secretario de Infraestructura de Antioquia, explicó que la demora para que arranquen las obras radica en una diferencia económica que hay entre el operador privado que pretende construir y el gobierno departamental.
“Hemos venido trabajando durante más de dos años con ese originador (un consorcio entre las firmas Ingevías y Explanan) y no hemos podido lograr un acuerdo. Ellos necesitan recursos públicos para la compra de predios y poder ejecutar el proyecto. Por ahora no les está dando en términos financieros”, dijo.
La idea inicial es que el privado ejecute la obra, avaluada en cerca de $200.000 millones, y recupere la inversión gracias a la instalación de un peaje entre Marinilla y El Peñol, en el Alto de El Chocho, que operaría durante 25 años.
La explicación del privado
Juan Carlos Aristizábal, director de obra del consorcio, aún es optimista en que la ampliación de la carretera se pueda lograr en esta administración.
El ingeniero explicó que el proyecto tuvo un cambio sustancial entre las etapas de prefactibilidad y factibilidad, al pasar de 10 a 30 kilómetros, lo que aumentó los costos.
“Por solicitud de la comunidad y del gobernador se amplió el proyecto a 30 kilómetros en tercer carril. Ese ancho adicional implica una mayor inversión en construcción y en compra de predios. Estamos en un proceso de comunicación permanente pero es claro que los costos se subieron bastante”, indicó.
En lo que coinciden la Gobernación y el consorcio privado es que la diferencia actual ronda los $30.000 millones, mientras el tiempo del actual gobierno se agota.
Mal estado de la vía
Ese tire y afloje de dos años para que el proyecto arranque ha ocasionado que no se intervenga la malla vial como se debería por lo que ese trayecto presenta deterioro.
La secretaría de Infraestructura respondió que solo en el tramo entre Marinilla y El Peñol (17 kilómetros) ha invertido $1.600 millones desde 2016 en labores de parcheo, remoción de derrumbes y mantenimiento de cunetas y puntos críticos como el que tiene una planta de plátano a punto de dar frutos.
Foto: @quienesquienoa
Nota por: www.elcolombiano.com