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Así era el mito de la machaca en San Rafael: «Si te picaba tenías que hacer el amor o morías»

La Machaca, es un insecto que trae consigo un mito sexual que deja pensando a más de uno, pues cuenta la leyenda que la persona que sea picada por este animal, con alas de mariposa y una cabeza que parece de lagarto, debe de tener relaciones sexuales antes de 24 horas o de lo contrario muere.

 

 

El  municipio de San Rafael no ha sido exento de este mito, pues desde 1974 se empezó hablar y a especular sobre este insecto, Jhon Jairo Botero, habitante de este municipio, cuenta que debido a su apariencia todas las personas hablaban de este animal,  “comenzó el cuento de que aquí en San Rafael había aparecido el animal la machaca y que la persona que se dejara picar o tuviera contacto, inmediatamente  iba  a tener esa necesidad  de tener relaciones sexuales, a raíz de esto también salió otro mito que hablaba, que la persona que fuera picada y tuviera relaciones no podía quedar en embarazo, ya que el bebé podría nacer con alguna discapacidad”.

Foto cortesía

Debido a esta leyenda, Jhon Jairo manifiesta que en el municipio estos insectos eran buscados para matarlos, de ahí que actualmente sean tan escasos de encontrarlos.

La machaca es un insecto grande que puede medir hasta 10 centímetros de largo y sus alas abiertas alcanzan de extremo a extremo hasta 5 centímetros, el cual habita el bosque húmedo, es de color pardo –para mimetizarse con los árboles– parece un pequeño avión listo para despegar. La cabeza sobresale de un cuello largo y grueso, las alas se abren en forma de “V” y casi no las agita para volar, tomando sólo impulso enérgico y planeando en medio de los árboles. Las patas –cinco pares– recuerdan mucho a las libélulas. En medio de ellas se alcanza a ver el aguijón, una especie de espuela renegrida por donde inocula su veneno.

Foto cortesía

Aunque este mito con el transcurso de los años se ha desvanecido, no es raro ver que la gente se aparte del insecto donde es avistado, a este insecto también se le conoce como chicharra-machacuy, víbora voladora, mariposa caimán o cocoposa, su nombre científico es fulgora laternaria.

Foto cortesía

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