En la tarde de ayer, se registró un grave accidente de tránsito el cual dejó como saldo una persona fallecida, quien, según testigos, se movilizaba sobre una tractomula como polizonte, en una práctica que se ha vuelto rutinaria entre cientos de migrantes extranjeros y otras poblaciones como los hinchas de algunos equipos de fútbol, ya que al parecer este joven habría estado en el partido disputado entre Medellín y Bucaramanga la semana anterior.
El hecho ocurrió en la vía que comunica a El Santuario con Cocorná a la altura de Caño Alegre en el Km 26 + 800, donde Kevin Yesid Ardila de 20 años, oriundo de Bucaramanga, cayó del tráiler y fue arrollado por el mismo vehículo, falleciendo de forma instantánea.
Esta práctica se ha vuelto común entre cientos de personas, las cuales se trasladan entre departamentos utilizando vehículos de transporte de carga maniobras arriesgas, las cuales les han cobrado la vida a varias personas en el país.
Las autoridades de tránsito recomiendan estar alertas y avisar a los conductores de los camiones cada vez que se evidencien este tipo de casos, no obstante, en algunos son los mismos conductores los que permiten que «Polizones” suban a sus vehículos.
Fútbol, hinchas y mulas
Mulear es una tradición que los hinchas mantienen desde hace ya años, pero últimamente su popularidad se ha convertido en una fiebre entre los miembros más jóvenes de las barras. «En su mayoría son los pelaos que no tienen los 70.000 pesos que cuesta el viaje en bus con la barra”, explica Álvaro, un joven barrista, quien cada semana recibe decenas de fotos de todas las hinchadas que viajan por Colombia.
En los últimos días, los muleros han causado polémica al interior de la comunidad barrista colombiana. Álvaro, quien conoce como pocos toda la actualidad de las barras colombianas, calcula que en 2019 murieron unos 15 hinchas en las carreteras del país. «La mayoría se caen de las mulas porque se quedan dormidos o van muy drogados», explicó, haciendo además un llamado a los camioneros “No jalen más pelados a la carretera, eso no es un juego y ya van muchas vidas perdidas porque se ha vuelto más moda que aguante».
