El fuerte olor que desprende planta de compostaje de mascotas muertas genera quejas en San Vicente.
La comunidad de la vereda Chaparral, sector Juan XXIII del municipio de San Vicente Ferrer, durante los últimos días viene denunciando una problemática de contaminación ambiental que se está presentando con una empresa de compostaje animal que está asentada en el sector desde hace aproximadamente 7 años.
Según menciona Mateo Rojo García, un habitante de la vereda, la empresa se llama PLEIA, y se dedica a hacer abono, mediante un compostaje de animales domésticos como perros y gatos, sin embargo, Rojo asegura que no cumplen con las condiciones de salubridad, además los olores que se desprenden desde esta empresa son nauseabundos.
“Allí ingresan varios animales muertos y esto está generando grandes perjuicios para la comunidad que habita en los alrededores por la reproducción de olores repugnantes que se perciben en todas las casas, además hay gran aumento de moscas y roedores”, indica Mateo.
La comunidad vive inconforme por la actividad económica de esta empresa que, además, los ciudadanos aseguran no hace buena disposición final de los residuos que quedan de este compostaje como el pelaje, el cuero y los huesos.
“La contaminación es gravísima, es muy triste que uno no pueda ni comer tranquilo porque la cantidad de moscas no lo dejan”, dice Mateo, quien además señala que la empresa está incumpliendo con el Plan de Ordenamiento Territorial del municipio, pues según dice el POT, los linderos son de 15 metros, cuando es una actividad de planta de compostaje, sin embargo, el propietario de la empresa los tiene a escasos 1.3 metros, además la altura permitida para la construcción es de seis metros, no obstante en esta empresa se tiene de hasta más de ocho metros.
“Nosotros llevamos denunciando este tema desde hace mucho tiempo, pero no hemos sido escuchados, aquí hay niños y adultos mayores que se han visto muy afectados, la proliferación de moscas es impresionante, y sabemos que ellas transportan cualquier clase de enfermedades, necesitamos acciones urgentes”, dice Mateo.
Alrededor de 60 a 70 familias son las afectadas por esta situación, señalan que hasta sus terrenos se han visto desvalorizados por esta problemática, pues cuando llega un comprador se devuelve de solo ver la situación que allí se presenta.
“Hemos estado en las autoridades, pero nos dicen que todo lo tienen en regla, pero nunca les han hecho un real seguimiento a esta contaminación y a la disposición final que están haciendo de los animales”, asegura mateo.